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Publicado: 31 Enero 2019
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Tecuhzoma Teutlahua
Una falsa idea de nuestro pasado nacional, casi universalmente aceptada
como “valida” por los irreflexivos académicos y el desinformado vulgo en
general, es la que predica que “España conquistó México” (¡!), sin embargo,
existe un GRAVE problema en torno a esa “muletilla” ya cientos de veces
repetida en los medios de difusión con los que cuenta la “propaganda
eurocentrista” de la historia (libros, documentales, artículos); pues
apegados a la Sabia Razón y a la Verdad científica, en 1519 el país que hoy
lleva el nombre de “ESPAÑA” en realidad NO EXISTÍA ni territorial, ni
política, ni legal, ni socialmente, ni siquiera el nombre de España estaba
escrito en ningún documento oficial, pues lo que sí estaba en la PENÍNSULA
IBÉRICA en ese entonces, eran un puñado de reinos atrasados en muchos
aspectos sociales e ideológicos, y aunque gozaban de identidad nacional
propia a NINGUNO SE LE LLAMABA ESPAÑA.
Tales reinos INDEPENDIENTES ENTRE SI que ocupaban la península ibérica en
el Siglo XVI y que antecedieron a la MUY POSTERIOR creación de “España”
como país, eran los pequeños y recientes reinos de: “Castilla”, “León”,
“Aragón”, “Navarra” y “Granada” por citar los más importantes, sumados una
larga de lista de “reinos menores” (aún más pequeños e intrascendentes)
como lo fueron “Toledo”, “Valencia”, “Galicia”, “Mallorca”, “Sevilla”,
“Cerdeña”, “Córdoba”, “Córcega”, “Murcia”, “Jaén”, “Algarves”, “Algeciras”,
“Gibraltar” y de “las islas de Canaria”.
Así pues, a inicios del Siglo XVI cuando Hernán Cortes pisó por primera vez
las costas de “Chalchicueyecan” (nombre ancestral del actual estado de
Veracruz), lo que existía al otro lado del mar Atlántico NO ERA ESPAÑA ni
mucho menos una “nación española”, lo único que existía era un grupúsculo
de reinos ibéricos separados y en un proceso aun inacabado de desarrollo e
integración; por tanto, con esto debería bastar para dejar en claro que la
falseadora “muletilla eurocentrista” mil veces repetida de que “España
conquisto a México” es una INCOHERENCIA TOTAL.
Pero esto no queda aquí, pues aunque sabemos que por “convencionalismo” y
practicidad literaria se cita en muchos libros que Hernán Cortes “era un
español” (y se disculpa), extendemos esta nueva publicación como
contramedida ante el embate de la maquinaria promocionista del infumable
título de “Madre Patria” que se le intenta por muchos medios “formales” dar
ridículamente a España. ¿A qué vamos?, la gente mexicana de hoy debe saber
que lo correcto y verdaderamente serio (históricamente hablando), es que el
“conquistador” Hernán Cortes era un “CASTELLANO” mas “NO UN ESPAÑOL”, pues
el “Capitán católico” que vino a imponer a sangre y fuego el mestizaje y su
religión, era proveniente de “Extremadura” que era una provincia
perteneciente al entonces “país” (reino) llamado “Castilla”. Por tanto,
España no puede ser “Madre Patria” de nadie en la América, pues cuando se
dio el “contacto entre ambos mundos”, España ni siquiera había nacido como
país (patria).
Los que realmente “conquistaron” (invadieron) al Anahuac y a su centro
geopolítico “México-Tenochtitlan” fueron los Reinos de “Aragón” y
“Castilla” dirigidos y SIEMPRE obedientes de la Corona VATICANA en Roma;
razón por la cual, a los Reyes Fernando II (de Aragón) e Isabel I (de
Castilla) quienes se sabe, financiaron los viajes de Cristóbal Colon y sus
ejércitos, UNICAMENTE ostentaron el título real y OFICIAL como de “REYES
CATOLICOS” y nunca (nunca) el de “REYES ESPAÑOLES”, por el mismo motivo
antes citado, de que ESPAÑA NO EXISTIA EN AQUELLOS AÑOS del comienzo de la
colonización europea en América. Ni Fernando II ni Isabel I fueron reyes de
España, fueron reyes de sus respectivos (países) reinos, Castilla y Aragón.
Punto.
Llegados a esta altura del presente ensayo, surge un cuestionamiento
natural… entonces, ¿quién fue el primer rey en la historia en ostentar el
título de “algo llamado España”? y al unísono, todos los historiadores,
académicos, investigadores o eruditos en la materia no podrán negar que
dicho personaje se trató del “Emperador Carlos V”, el joven monarca o “el
CESAR” del “Sacro Imperio Romano Germánico”, quien dicho sea de paso “NO
ERA ESPAÑOL” y no solo eso, ni siquiera era originario de la península
Ibérica (hoy España), sino que nació en los territorios de la corona
austriaca de los Habsburgo, en la ciudad de Gante (hoy Bélgica).
Al morir su padre en 1516, (el afamado Felipe I de Habsburgo, apodado “el
Hermoso”) el joven Carlos heredo aparte del “Sacro Imperio Romano
Germánico” también a los “reinos ibéricos” de su progenitor, quien se había
hecho de ellos, al casarse con Juana de Castilla (llamada también “la
Loca”) la hija heredera del matrimonio de los “Reyes Católicos” (Fernando
II e Isabel I). Tiempo después de la muerte de su padre, y ante la
imposibilidad de su madre (Juana) de reinar al estar incapacitada por
padecimientos mentales, Carlos juro únicamente como rey de Castilla y de
Aragón en 1518 y no fue sino hasta el 16 de mayo de 1528 que juro en
Valencia como REY DE ESPAÑA ostentado así el título de “Carlos I de
España”, día en que se puede decir nació realmente España y tuvo al PRIMER
REY DE SU HISTORIA, al quedar unificadas oficialmente en una sola las
coronas de Castilla, León, Aragón y Navarra (la totalidad de la actual
España).
Sí, en 1528 nació el país España, cuando tuvo jurado a su primer rey de
toda la península (Carlos I): ¡siete años después de la derrota de México
Tenochtitlan! (1521).
Fue de esa inesperada y fortuita manera, que “Carlos V del imperio
germánico” a la postre acumuló por un golpe de suerte un título real más y
se convirtió en 1528 en “Carlos I del imperio español”, y a pesar de no ser
“un castellano o aragonés” (ni siquiera hablaba castellano) gracias al
poder y riquezas obtenidas de las invadidas tierras mexicanas, antillanas y
peruanas, logró consolidar su poderosa corona europea y unificó bajo el
nombre de España finalmente, a los minúsculos reinos de la península donde
nació Hernán Cortes, (Castilla, Aragón, León, Navarra, etc.) y que de no
ser por el “Cesar germano” y la “Conquista de América”, esos reinos
ibéricos hubiesen seguido otros tantos siglos más separados y
paulatinamente debilitados o extinguidos a merced de sus acechadores
musulmanes y británicos, y con ello quizás y muy probablemente España nunca
hubiese existido en el mapa.
De tal modo, ante la luz de estos datos históricos irrefutables, es lícito
afirmar que la Conquista de México la perpetró en realidad Castilla, Aragón
y el Vaticano, y NO el país ESPAÑA, puesto que este último nació casi una
DÉCADA DESPUÉS de la rendición del héroe Cuauhtémoc (el último TLATOANI
MEXICANO de la época prehispánica). España solamente recogió y administró
la ocupación militar que materializó en los dominios de
México-Tenochtitlan, el castellano católico Hernán Cortes al servicio de su
rey romano-germano (Carlos V), irrespetando completamente a la nación
mexicana establecida desde el año 1325, la cual fue irrumpida abruptamente
en pleno esplendor, al ser sometida por las armas, para luego cambiarle a
sus habitantes el original gentilicio de “mexicanos” (en nahuatl,
"mexikah"), por el trasgresor título de “novohispanos”, cuando se instauró
el gobierno de ocupación llamado “Virreinato de la Nueva España” en 1535 (o
mejor dicho de la “Segunda España”).
Sirva este ensayo para hacer saber que después de 500 años, los mexicanos
de hoy debemos entender el engaño eurocentrista al que hemos sido
arrastrados por los “historiadores miopes” y los gobiernos desleales, es
momento de superar la muletilla propagandística de la “Madre Patria España”
y desecharla en el basurero de la historia:
¡España no es la Madre Patria de México!, es al revés… fue el “Padre-Madre
México” (porque así se llamaba ya: “Mexiko”) el que fue sacrificado para
darle vida y VER NACER a sus dos hijas: al país “España” y a su melliza
americana “la Nueva España”.
Aquí dejamos esta nueva entrega, no sin antes rogarles que atesoren esta
verdad en sus mentes y en sus corazones: hoy siglo XXI, hemos dejado atrás
la ocupación extranjera de la Colonia y vivimos en el “Segundo México” y
así como los “primeros mexicanos y sus tlatoanis” se decían orgullosos de
provenir de la remota Aztlán, nosotros con el mismo orgullo podemos decir,
sin titubeos ni vacíos y con la Verdad en la mano, que provenimos del viejo
Tenochtitlan, de aquel ensoñador y violentado “Primer México” que nos dio
vida a nosotros “los segundos mexicanos”… y a las “dos Españas” por igual.
Por: Tecuhzoma Teutlahua
“A la gloria de esa antigua sociedad de grandes poetas, matemáticos,
filósofos y guerreros que añoraban una vida entre Flores y Cantos y una
muerte al filo de la obsidiana”